24 may 2007

Diego and Peter's Trip to Klitoustcnik




fue algo bastante extraño.

sabado a la noche. ciudad de perez, 23:20hs.
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Diego y Peter se encontraban caminando de regreso a la cueva donde habitaban. estaba varias millas alejada de la ciudad, en un monte deshabitado que quedaba atravezando una enorme cancha de golf. Caminaban entretenidos sumidos en la que denominaria como la más interesante conversación de las que suelen tener, nunca imaginaron que ocurriría lo que ocurrió. Durante la semana era cuando acostumbraban a frenar en el hoyo 9 a tomar un poco de brandy que ocultaban arriba en un arbol, cuya sombra oscurecía medianamente el banco donde se sentaban a la luz de la luna a reflexionar sobre la vida, cuando de repente, Diego mira las estrellas, y me dice.
D- peter! ¿que es ese destello fugaz que viene a toda velocidad como si pareciese un meteorito, brillante! si, brilla... y mucho.
peter le contesta.
P- me parece que es un UFO (unidentified flying object), suelen merodear por el cielo a estas horas, pero nunca los ví tan apurados, parecen enojados. :S y vienen a toda prisa.
D- uy! será porque me puse ese collar escoces que encontré cuando veniamos hasta aqui? tal vez se les perdió y vienen a recuperarlo.
P- no se. vamos a ver que quieren.

Pocos minutos despues descendió desde el cielo una extravagante nave, mejor conocida como "platillo volador". Luces de colores, y un suave zumbido que estremecia y eclipsaba el cantar de los grillos y demás musicos de una noche pacifica. Desciende de la nave, un especimen de lo más extraño, nunca antes había divisado figura tan peculiar. Diego parecía exitado del asombro, mientras que yo, no hacía más que preguntarme que era lo que esta singular figura venía a buscar o que quería?? me acerco y saco de la heladera (como dije antes se encontraba arriba el arbol) un vaso de fernet y un poco de whisky, para que decida por voluntad propia que bebida tomar. Hablamos durante horas, la critatura era de lo más agradable y cortés, eran casi las cuatro de la mañana cuando ya eramos los amigos terricolas de estas criaturas que se hacía llamar Wooldoorfen (pero con una pronunciación bastante rara) y fue allí cuando se ofreció para presentarnos su hogar. Viajamos durante 15 minutos en su estupenda nave y nos pareció una eternidad. Wooldoorfen es de un planeta llamado Klitoustcnik que esta a 799 millones de años luz de la tierra y no tiene familia, allá en Klitoustcnik son todos como él. Son una raza algo exclusiva pero muy graciosos y amistosos. Esa foto fue tomada allí por Wooldoorfen en su hogar. Diego estaba atónito del color que tomaba su piel en ese lugar. y yo estaba investigando un artefacto parecido a lo que aca llamamos celular, pero en realidad, es un aparato que reproduce sonidos que el oído humano no llega a escuchar y emite unos rayos ultravioletas que sirven para teletransportar materia de un espacio a otro.

Cuanta tecnología! diría mi abuela.

fue una linda aventura.